Un terremoto de 7,6 de magnitud ha sacudido este lunes el norte de Japón. El suceso se ha producido en el mar, por ello, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha declarado una alerta por tsunami. Se esperan olas de hasta tres metros en las regiones de Hokkaido, Aomori e Iwate.
En consecuencia, las autoridades han urgido a evacuar a unas 23.000 personas a los refugios.
También se ha lanzado un aviso por olas de hasta un metro para las prefecturas de Miyagi y Fukushima, así como por posibles cambios en el nivel de la marea en la totalidad de las costas del Pacífico del territorio, donde las autoridades instaron a alejarse de la costa.
La agencia meteorológica ha constatado la llegada de la primera ola de tsunami, de unos 40 centímetros, en el puerto de Mutsu-Ogawara, en Aomori, a las 23:43 hora local (15.43 h en España).
Hasta el momento solo se ha informado de varias personas heridas en un hotel de la ciudad de Hachinohe. La empresa Tohoku Electric Power, operadora de las dos centrales nucleares que se encuentran en la zona donde golpeó más fuerte el terremoto, Higashidori y Onagawa, se encuentran revisando la situación en las plantas, donde por el momento no se ha informado de anomalías, ha indicado el portavoz gubernamental, Minoru Kihara.
La primera sacudida tuvo réplicas, entre ellas una de magnitud 5,6; dos de 3,6 y, una, de 3,9, dentro de la hora posterior.
El epicentro se ha localizado a 50 kilómetros de la costa de la región de Aomori. En esa zona, se han suspendido algunos servicios de ferrocarril. Aomori sufrió el impacto del terremoto de magnitud 9 de marzo de 2011.
El seísmo ha alcanzado en Hachinohe el nivel 6 superior en la estaca sísmica japonesa de 7 niveles, centrada en medir la agitación sobre la superficie y el potencial destructivo, así como el nivel 6 inferior en los pueblos de Oirase y Hashikami.
El terremoto se ha notado en buena parte del territorio, desde el norte al centro y este del país, incluida Tokio, donde alcanzó el nivel 2 en la escala sísmica nacional.
La primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, ha formado un equipo especial para hacer seguimiento de la situación y ha instruido a las entidades pertinentes para “ofrecer inmediatamente información adecuada para el pueblo y adoptar medidas para prevenir los daños”, según declaraciones a la prensa a su llegada al Kantei, la sede gubernamental en Tokio.




