Nadie sabe cuál es su ubicación exacta. Es un secreto que solo conocen los guardabosques que le cuidan, tal vez porque desean que su madurez siga siendo tan placentera como lo ha sido su niñez, sin carteles identificadores clavados a sus pies ni visitas de turistas que enturbien su tranquilidad. Es el ser viviente más alto del planeta y se llama Hyperión, que significa “el que mira desde arriba”, porque como el dios mitológico griego que le da nombre, es hijo del cielo y de la tierra y sus ramas y sus raíces crecen con fuerza en ambas direcciones.
Una secuoya roja de 600 años de edad
De él se sabe que es una secuoya roja, su nombre técnico es sequoia sempervirens, de unos 600 años, aunque hay quien dice que son 700. Es por tanto un árbol relativamente joven, ya que podría llegar a vivir hasta los 3.400 años.
Vive en el Parque Nacional Redwood, al norte de San Francisco, en un magnífico bosque de secuoyas, un entorno paradisíaco que propicia su espectacular desarrollo. De hecho, las secuoyas rojas son típicas de California, Estados Unidos, una tierra bañada por el Pacífico en la que estos árboles disponen de suelos ricos y profundos, y de un ambiente muy húmedo. Su clima oceánico, de veranos frescos e inviernos templados, les permite crecer rodeadas de helechos, con matorrales donde también crecen arándanos y moras silvestres.
Como todas las secuoyas, Hyperión es un titán que se levanta majestuoso en el corazón de un bosque espeso de color verde intenso. Su hoja, perenne, es estrecha y punzante, de poco peso y de un verde muy oscuro. Su tronco es muy ancho, lo que permite que crezca con su característica estructura piramidal, y cuando su gruesa corteza se abre deja ver el color rojizo de la madera de su interior.
You must be logged in to post a comment Login